meditación

Meditar la lleva

Eso, que escuché por ahí, es tan cierto que aún resulta muy difícil de creer. Por lo mismo yo recomiendo partir con los niños; los adultos pueden venir después. Los niños no cuestionarán ni juzgarán, sino que aprenderán la meditación y ésta quedará como una semilla, lista para crecer cuando sea necesario. Ellos aprenderán a ver esta vida como un juego, donde no hace falta sufrir. Pero además, hay otras razones para enfocarnos en ellos.

Las vueltas de la búsqueda

¿Has notado cuántas vueltas nos damos para poder ver lo que siempre estuvo desde un principio? A veces se paga un alto precio para valorar todo lo que tenemos. Buscamos y buscamos pero siempre afuera de nosotros mismos. Afuera hay mucho que ver…