profesión

No sé qué quiero: el síntoma silencioso

Hoy el abanico de posibilidades es significativamente más amplio que hace 20 años. Podemos ser todo lo que queramos, elegir de una gigantesca góndola en el supermercado y ser felices. Al mismo tiempo la competencia laboral es cada vez más brava, el sin sentido más profundo y las enfermedades mentales más frecuentes. Nunca fue más difícil equilibrar deber y placer.